miércoles, 16 de mayo de 2012

EL PAIS | 29/04/2012 




Dos planes para la crisis de la basura Los intendentes deciden. Varios jefes comunales mostraron su adhesión a la propuesta de una empresa de capitales norteamericanos y uruguayos La IMM apuesta a inversores italianos
 CARLOS CIPRIANI LOPEZ

 Mientras agoniza la vida útil del vertedero municipal de Felipe Cardoso, que hoy recibe más del doble de toneladas de basura que en 2005, Montevideo y los departamentos del interior debaten desde hace años cómo deshacerse de los residuos. Dos proyectos bien diferentes sobre la disposición final de residuos están hoy sobre la mesa de los intendentes y la definición podría entrar en breve en la recta final.
 Tres elementos pautan las diferencias entre ambos planes y constituyen los ejes de la discusión: los costos, el emplazamiento final y los efectosambientales que se derivarían de su funcionamiento.
El primer proyecto a estudio fue presentado en agosto de 2010, por parte de la empresa Sanitas Partners, un grupo de capitales norteamericanos, argentinos y uruguayos, y contempla la construcción y operación de una estación de transferencia de residuos sólidos urbanos y un sitio de disposición final que estaría ubicado en el departamento de Durazno. El proyecto se llevaría a cabo en el marco de la ley de Participación Público-Privada y, por ello, fue canalizado a la Corporación Nacional para el Desarrollo.
En diciembre de 2011, el Congreso de Intendentes, en la reunión que se denominó Anchorena II, consideró la propuesta de Sanitas al punto que se redactaron cartas de adhesión de varios jerarcas municipales a favor de la propuesta. El propio presidente del Congreso recomendó estudiar el tema.


DESTINO SEGURO.

La empresa tiene una mayoría de accionistas e inversores uruguayos y a la vez está asociada a una firma norteamericana con 30 años de experiencia en el manejo de tecnología.
Su director, el biólogo Diego Moyano, dijo a El País que "cuando se habla de disposición final de los residuos, se refiere a qué destino seguro se da a toda aquella basura que ya no tiene más vida útil".
El proyecto de Sanitas propone tres instancias en el proceso de disposición final de los residuos.
En cada región en donde se genera el residuo, se construye una pequeña planta en la que los camiones recolectores descargan los residuos. Es la etapa de transferencia, que se completa cuando la basura se coloca en un contenedor compactado, tipo marítimo. Esa estación reemplaza el vertedero local a cielo abierto.
La segunda etapa es la del transporte, el traslado en trenes a un lugar alejado de los recursos naturales, turísticos, económicos, o urbanos. Después de eso, los residuos se vuelcan en un vertedero regional de biomasa, que es un centro de generación de energía, constituido por unas celdas, algo así como grandes ollas construidas a nivel del suelo, de una hectárea cada una.
 El sitio elegido para la disposición final, se hallaría en Durazno, un departamento apropiado por varias razones, desde su baja población, hasta las cuencas hídricas, el sistema de napas y de suelos, y también las vías de ferrocarril y rutas para transportar los residuos, más las líneas de alta tensión para rescatar la energía.
Al referirse al traslado de los residuos por ferrocarril, Moyano confirmó que "hace dos años trabajan desde el punto de vista de la ingeniería y diseño del proyecto con AFE". Agregó estar convencido "de que la administración de ferrocarriles tiene todos la infraestructura necesaria para este trabajo". "Con la enorme cantidad de materia biodegradable, de biomasa, que tienen esos residuos que ya no se pueden reciclar, es posible la conversión en gas y la producción de mucha electricidad", dice Moyano. Después de sacar todo el material reciclable, la basura que genera una ciudad, con el modelo Sanitas permite generar energía para alimentar todo el alumbrado público de esa propia metrópolis.

  APARECE UN RIVAL.

El segundo proyecto se presentó un año y medio después, y al parecer era más acorde con los intereses de Montevideo. El pasado 30 de marzo, en una comparecencia ante la Junta Departamental por este tema, la intendenta Ana Olivera dijo que el proyecto de Sanitas se consideraba descartado, según se desprende de la versión taquigráfica de la sesión. En enero de 2012 se presentó un informe sobre disposición final de residuos para el área metropolitana. Lo realizó la consultora Themelis Associates, contratada por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
En ese informe se sugiere que la tecnología a emplear sea la de incineración. Ese trabajo, en el que intervino también el Earth Engineering Center de la Universidad de Columbia, se denomina "Estudio de prefactibilidad técnica y económica para la instalación de capacidad de generación de energía a partir de residuos (WTE) en Uruguay". Entre otras indicaciones, en él se afirma que el costo actual de recolección y transporte de residuos en Montevideo es más del doble de los reportados por ciudades como Buenos Aires y Santiago. "Por tanto, sería posible combinar la construcción de la planta WTE en una estrategia para simplificar y efectivizar el actual sistema de recolección y transporte y por ende reducir el costo total de la gestión de residuos de la ciudad de Montevideo".
Según el estudio, la tecnología de tratamiento térmico de residuos más ampliamente adoptada a nivel mundial es la combustión controlada en parrilla móvil con recuperación de energía eléctrica mediante una caldera y turbina. A raíz de la simplicidad y el desempeño probados, esta tecnología se emplea en más de 600 plantas a nivel mundial. Al día de hoy, ese modelo de incineración de todos los residuos sólidos, parece ser la opción preferida por las autoridades nacionales. En cuanto a la empresa italiana A2A, que ofrece tal sistema, se conoce que la mayor cantidad de acciones son de las intendencias italianas de Brescia, Bérgamo y Milán.
El resto de las acciones está en la Bolsa. Regida por el derecho privado, esta empresa vende energía eléctrica y calor simultáneamente. Para ello tiene un lugar al que llegan los residuos. Según informó la intendenta Ana Olivera a la Comisión Permanente de la Junta Departamental de Montevideo, los invitados a Italia visitaron dos termovalorizadores: el de la ciudad de Brescia y el de la ciudad de Milán. La diferencia que habría entre uno y otro radica en que el de Milán procesa 1.300 toneladas diarias de basura y el de Brescia, 2.500 toneladas al día. Según relató la intendenta Olivera, entonces se evaluó haber recibido una propuesta seria, respetuosa del medio ambiente. La inversión en una planta como la de Brescia sería ni más ni menos que de US$ 500:000.000. Olivera agregó que el equipamiento considerado es de primer nivel con respecto al cuidado del medio ambiente. "Uno puede quemar basura de muchas maneras, el problema es cómo se procesan las emisiones; en este caso lo que sale de la chimenea es vapor de agua.
En realidad, tanto en la planta de Brescia como en la planta de Milán, en lo que hubo mayor detenimiento fue en mirar el conjunto de filtros", su adecuación a los acuerdos de Kyoto y las normas de la Unión Europea. Este sistema implica en primera etapa una fosa cerrada en donde se mezcla la basura que llega en camiones; la tarea se realiza con grúas y permite el secado de la misma. En ciudades españolas, organizaciones ecologistas como Greenpeace, se han opuesto a la incineración de residuos.
A su juicio, la incineración "es el peor de los sistemas de tratamiento por su alto costo económico, sanitario, laboral y ambiental". En Argentina, la misma ONG declaró que "los incineradores aportan gases de efecto invernadero a la atmósfera (responsables del calentamiento global) y son fuente inexorable de dioxinas, sustancias tóxicas con propiedades cancerígenas que persisten en el medio ambiente y que se biomagnifican y bioacumulan en los tejidos grasos de los seres vivos".

  CENIZAS 

A diferencia del proyecto italiano defendido por Olivera, el sistema de Sanitas no incluye la incineración de los residuos. "Nosotros ofrecemos una solución para todo aquello que la comunidad no quiera reciclar. Otra opción, que se aplica en ciudades muy grandes, considera que frente a un problema de gran escala hay que quemar prácticamente todo, reduciendo el peso original de los residuos. En ese sistema, después de la incineración, el cien por ciento de basura queda en un 20% de cenizas. Éste es un sistema mucho más costoso, y plantea el problema de resolver qué se hace con las cenizas". Si en Montevideo se incinera un millón de toneladas de residuos en un año, habrá que decidir qué hacer con 200 mil toneladas de cenizas.
El modelo de Sanitas incluye la posibilidad de recibir esas cenizas para procesar en las celdas a donde también van a parar los residuos no reciclables. Según Moyano, la diferencia en materia de inversión entre los dos proyectos energéticos, es de 1 a 10. El más costoso es el italiano.
De todos modos, otra diferencia es que mientras el proyecto de Sanitas demanda 5 años de trabajos antes de producir energía, el italiano de A2A comienza a producir desde el primer día en que se pone en funcionamiento la planta industrial. A nivel de los dos tipos de infraestructura que deben construirse, mientras la planta de propuestas como las de A2A tiene un tiempo de duración máximo de 20 años, en el modelo de Sanitas la infraestructura se va construyendo a medida que llegan los residuos.

COMPATIBILIDAD

 Para Moyano, los dos modelos serían compatibles. "El de incineración puede contar con su propio centro de disposición final o contar con los de otras empresas, pero no es posible dejar de tenerlo, porque las cenizas no se pueden tirar al río por cuanto concentran muchas toxinas, metales pesados y contaminantes orgánicos persistentes".
El modelo de Sanitas estaría "idealmente pensado para una población muy dispersa, como la del Interior, donde hay ciudades de 30.000 habitantes, otras de 5.000, o pueblos y villas de 500 habitantes. Es un modelo para que todos tengan el mismo servicio". Otra diferencia entre ambos proyectos es la cantidad de toneladas necesarias para iniciar las actividades.
 El de Sanitas demanda un mínimo de 80.000 toneladas de residuos, cuando en el área metropolitana se están produciendo más de 800.000 toneladas por año. "El modelo que diseñamos permite responder a lo que el gobierno nos pida", dice Moyano. "Podemos arrancar con cuatro intendencias del interior o con ellas más un tercio de Montevideo, o con todo el país. Es un modelo escalable, que se adapta. La inversión total es de nuestra empresa. No requiere ningún tipo de garantía del Estado sobre la deuda. Hacemos la inversión y cobramos una tarifa por tonelada de servicio prestado.
Lo que deberá pagar depende además de cuántas toneladas nos dé, y por lo tanto de cuántas toneladas de residuos decida reciclar y no enviar entonces a nuestras estaciones de disposición final". Diego Moyano confesó su conformidad con el recibimiento de la propuesta de Sanitas por parte del Congreso de Intendentes, "que nos ha dado vuelta y vaciado los bolsillos para ver de qué se trata nuestro proyecto. Como debe ser". Por el contrario,lamenta el vínculo con el Ministerio de Vivienda, del que depende la Dirección Nacional de Medio Ambiente. "Tenemos una tecnología muy segura, muy probada, en todo el mundo, que se utiliza desde Estados Unidos hasta Israel y en Europa, pero no hemos tenido la oportunidad de sentarnos a tener una conversación madura, profunda".

  EL PAIS | 29/04/2012 |

Residuos: 70% se genera en área metropolitana En el área metropolitana se genera el 70% de los residuos del país. Ese dato cobra importancia para la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, a la hora de definir el emplazamiento del sitio de disposición final de residuos urbanos. Olivera, el intendente de Canelones, Marcos Carámbula, y los jefes comunales de Florida y Rivera, en representación del Congreso de Intendentes, integraron la delegación que viajó en febrero a Italia invitada por la empresa A2A para conocer las experiencias de las ciudades de Brescia y Milán en la transformación de residuos en energía.

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